Wednesday, March 28, 2007

Una Maravilla Estelar

El Miércoles 17 de Enero, Diego recibió un llamado telefónico desde Radio “Lanalhue” de la comuna de Cañete, para consultarle por una extraña luminosidad en el cielo. Que habrían recibido numerosos llamados telefónicos de los alrededores de preocupados veraneantes, que no sabían de que se trataba. Diego al instante, abre las cortinas, mira hacia afuera pero... no ve nada porque estaba nublado. Sin embargo la información la entregó de todas maneras ya que estaba enterado de lo que estaba sucediendo por la página Web en “circulo astronómico”
Lamentablemente durante toda la semana las condiciones no cambiaron, continuó nublado, hasta el noveno día, en que hubo una copiosa lluvia, la que al fin despejó los cielos alameños.
A través de las ventanas de nuestra casa, que tienen una vista privilegiada, estuvimos esperando desde las 21:30 para ver al fin el ansiado cometa, que habíamos visto en la televisión, y se vería solamente en el hemisferio Sur , así es que, las expectativas eran muy altas.
El tiempo pasaba y no se veía nada, Diego decidió llamar a don Jorge Ianiszewki, para preguntar su posición. Transcurrida una media hora mas o menos, llamó nuevamente a don Jorge y éste le dice... “hace como media hora que lo estamos viendo... Diego exclama asombrado –dice- debe ser que tenemos mucha luz en el pueblo... tal vez está detrás de alguna luminaria ahh ya¡... y se despide.
Considerando que nada se veía, decidimos ir a algún lugar fuera del alcance de esas –para este caso- molestas luminarias que no nos dejaban ver el estrellado cielo.
Apenas dimos vuelta por calle Serrano, Diego grita eufórico ... ¡ Allí está ... allí está¡¡. Luego, eufóricos todos, nos dirigimos a un sector oscuro de Los Alamos. Impresionante, era observar en vivo, tal espectáculo, un cometa con una cola tan larga, enfrente tuyo...es algo para no olvidar, extraordinario, increíble, es difícil describir lo que se siente.
Había que verlo, pero verlo con la sensibilidad por apreciar las cosas bellas de la naturaleza, de esas cosas que no se ven, en la mayoría de los casos, durante toda la vida. Reflexionar acerca de su conformación, su orbita, la cola del cometa y su longitud, pensar por ejemplo, que ésta mide miles de kilómetros. Nuestros ojos ven una larga estela blanquecina, pero qué es eso?... ahí está parte de la esencia... y es que es nada menos que parte de su cuerpo que se desmigaja dejando atrás, su existencia disgregada segundo a segundo, quedando esparcida en el espacio infinito. Y que está conformada por: agua polvo, y gases, tal vez, tarde o temprano, desaparezca completamente.
Poco o nada sabemos, los conocemos solo en revistas, cine, televisión, diarios, telescopio, observatorios etc, pero verlo directamente en nuestro cielo nocturno, es otra cosa. Por eso para mí representa algo maravilloso, y mejor aún, que he tenido el privilegio de ver algo asombroso, con mis ojos, y en los cielos que nos tocan a este lado del mundo... ¡y no es cuento!
Con tal imperdible espectáculo decidimos esa noche, volver a la siguiente al mismo lugar, pero esta vez premunidos del telescopio, cámara de video por si podíamos grabar a pesar de la oscuridad etc.
Nuestra dicha por la grandeza del espectáculo que disfrutamos la noche anterior, llegó a su fin. Las nubes nuevamente hicieron gala de su presencia inoportuna y ya no pudimos tener más al cometa frente a nosotros. Así pasaron los días hasta cuando se despejó por algunas horas para luego volver a cubrirse de nubes, pero esta vez ya no tenía la espectacularidad que habíamos visto el 23 de Enero.
Ahora cabe la pregunta... cómo estaría el Lunes 15?... si se dice que en esa fecha alcanzó su máxima luminosidad....
¡ Cómo sería entonces ¡.

Ahora solo lo podemos ver en los registros que dejaron los profesionales de la fotografía..

Patricia Carrillo Matamala.