Saturday, October 24, 2009

El y Ella ... un complemento perfecto

Es admirable como se complementan verdad?... sin duda, son un complemento perfecto.

Ella, con paciencia y constancia baña sus follajes, limpiándo las impurezas y heridas. Dolor recogido e impregnado de lamentos y suspiros de aquellos hombres que sufren desilusiones y desencuentro. De aquellos que de sus ramas, se dejan caer atados a una soga, en busca de un refugio eterno.

Dolor, que solamente conocen, ellos dos, el árbol que sirvió de apoyo, y esas manos desesperadas que tuvieron necesidad de él.

Ella, -la lluvia- lo alimenta, lo protege lavando sus hojas y ramas, llenas de polvo enviado por los vientos, producto del transito vehicular, tal vez un caballo, o un perro, pero principalmente de quienes más dañan el ecosistema.

Sin embargo y a pesar de que dependemos de ella para la subsistencia, muchos la miran con desagrado, porque les impide disfrutar del sol, de los paseos al aire libre, de mojar su ropaje, además de la formación del molesto barro en muchos lugares, o de quedarse encerrados  en sus hogares.

Finalmente nos muestra un día gris, que para muchos es sinónimo de tristeza. Para otros en cambio, es un estupendo día grisáceo, de mucha paz y sosiego, que permite recorrer las calles a paso lento, sin la molestia de luminosos y ardientes rayos solares que atraviesan  nuestras delicada y blanca piel.

A algunos nos encantan los días grises, acompañados con la suave brisa, rodeados de árboles sin hojas… y si cae nieve, mucho mejor.

Mi admiración por ella, que me ha protegido toda la vida, enviándome a través de su incesante movimiento por el mundo, su suave llovizna, mojando así mis largos cabellos, con gotas de agua dulce, en sus breves paradas de estación en estación y sin la interrupción de rieles averiados por el hombre. En un ecosistema que, si seguimos estropeándolo, sin duda, sí habrán rieles averiados , y tal vez…ya nunca llegue a la estación siguiente y… ahí, el mundo se detendrá para siempre, pues no estarán…

ni él... "Arbol", ni ella..."la Lluvia"... y entonces estaremos secos ...ya sin vida.

Patricia Carrillo M.