Un
día de abril, mas exactamente un domingo -ella acostumbrada a recorrer los sectores de
su rancho y su pueblo- vio que desde la
ventana de una vieja casa, se asomaban unos niños de triste mirada. Ella conmovida por la
imagen, regresó a su casa, coció los huevos que había recogido esa mañana para llevárselos a esos pequeños, darles algo
de comer y algo de alegría.
Para
hacerlos atractivos, tomó sus pinceles y
pintó cada uno de ellos con distintas imágenes como patos, gatos, perritos,
pollos y conejitos. Luego hizo varios envoltorios en pequeños manteles de
colores con cinta roja y se dispuso a regresar a aquella vieja casa de los
niños de triste mirada. La alegría de éstos, la llenó de júbilo, verlos jugar
con los huevitos, especialmente con la imagen de conejitos, fue su mayor satisfacción.
Allí supo, tras hacerle preguntas
al mas grande de los niños, que su madre los dejaba solos para ir a trabajar y
llevarles la comida que tanto esperaban.
Esta abuelita, hizo suya esta intención y continuó haciendo lo mismo durante muchos años.
Y, debido a que ocurrió un Domingo de Resurrección, se le conoce como “ Conejos de Pascua”…
… esta debería ser la leyenda verdad?,… pero no lo es…, es sólo un cuento actual…
Es un cuento que
resulta mucho mejor que algo netamente
comercial...no le parece?
Se dice, que esta costumbre no tiene certeza en su origen. Hay
varias leyendas relacionadas, pero nadie
sabe cual es la verdadera -si es que la hubiese- se dice incluso, que pudiese ser de la era glaciar… no será demasiado…?
En todo caso, es mejor creer
en una bonita historia y que forma parte de la realidad que se vive en el
mundo... desde su inicio...porque la pobreza, siempre ha estado y estará presente mientras
haya vida humana.
Y, mientras eso suceda… habrá bondad y
humildad, como también, alegrías y
tristezas.
… ¡ Viva el Conejito de Pascua …!
Patricia