Hoy 21 de mayo fecha
épica para los chilenos y por lo mismo un feriado a mitad de semana que
nos relaja mirando un excelente homenaje, como es el desfile en honor a nuestros héroes de la “Guerra del Pacifico”.
Estaba escuchando el buenísimo mensaje
del comandante en jefe de la Armada de Chile Almirante Enrique Larrañaga, quien
le dio énfasis a la heroicidad distinto a lo que se escucha en otras ocasiones.
Su emotivo mensaje dejo entrever que
esta historia le encanta. Pero me
preguntaba porque se llama plaza Sotomayor, no sería mejor… se llamara Plaza
Prat?... estuvimos allí hace algunos años, es muy amplia y en la parte más
alta está precisamente el Capitán
Arturo Prat, acompañado de los otros héroes
de esta parte de nuestra bella historia Naval. Sabido es que todos los años hay un discurso en memoria de nuestros héroes y que son muchos. Pero pocas veces le pones atención cuando es una hora en que estas apegado a la cocina, sin embargo,comento esto porque justamemnte hoy sí escuche el mensaje que leía el
comandante Larrañaga y cuando estaba en pleno discurso, mencionó en un momento la hora … y dice… "…Cuando eran las 12.10 de ese día …”; inmediatamente... y no se por qué, miro hacia mi
derecha… y en ese preciso momento, el reloj digital está marcando exactamente las … 12:10 horas…” No podía creerlo, mire hasta que cambió a las 12:11…para asegurarme que no estaba soñando, ojalá –pensé- otra patriotica chilena mirase su reloj y pudiera certificar lo mismo . Me
pareció increíble, porque él estaba ya leyendo
el discurso hacía unos cuantos minutos … y justo cuando lee
esa parte, el reloj marcaba exactamente las 12:10… no fue que empezara a esa hora …
eso no sería especial... no son cosas
usuales verdad?.
Bueno y también homenajear, porqué no, la caballerosidad que se dice tenía
El Capitán del “Huáscar” Miguel Grau.
Cuando era pequeña estudiante, recuerdo que le tenía mucha rabia al tal Grau, pero luego cuando le damos una mirada ya adultos, las cosas cambian.
Muchas veces dan un vuelco inimaginado.
Cuando era pequeña estudiante, recuerdo que le tenía mucha rabia al tal Grau, pero luego cuando le damos una mirada ya adultos, las cosas cambian.
Muchas veces dan un vuelco inimaginado.
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