Esta tarde vi llover…
como tantas veces en la vida.
Por la ventana, vi
caer gruesos hilos de lluvia, las que llenaron
rápidamente sectores preparados para
recibir las gruesas lluvias que
solo se ven en nuestro sur, provocando
un torrente en busca de salida calcando riachuelos de aquellos que te cruzas en la
diversidad de nuestro Chile.
Estas lluvias casi siempre son acompañadas
por fuertes vientos, que si bien son de preocupación, no se le puede negar su gran belleza por esa fuerza propia de la naturaleza, que no puede
frenar poder terrenal alguno.
Con ese telón de fondo puedo afirmar
que para vivir un buen paseo bajo la lluvia y disfrutar de la bravura de
los fuertes vientos de un crudo invierno…
No es necesario salir
de casa para disfrutar de la lluvia.
No es necesario salir
de casa para agradar la vista con una
cascada
No es necesario salir
de casa para ver correr un rio
No es necesario salir
de casa para oler el suave aroma de las flores
No es necesario salir
a recorrer los campos para disfrutar de la hermosa floresta y el renuevo del inigualable arbóreo del sur de Chile.
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