SERGIO FAUNDEZ REBOLLLEDO, es un hombre
que no quiere agradecimientos. Sin embargo, cómo no agradecer los 56 aniversarios
de recorrido por difíciles caminos hacia
la Cordillera de Nahuelbuta, para celebrar la navidad de los niños de los
sectores rurales en Agua del Molino y Los Maquis hasta llegar al Avellano?.
Un avellano solitario, que vieron
nacer y que hoy se encumbra en medio de pinos cobijando los sentimientos de los Pascueros que
a pesar de las dificultades, no han
dejado de presentarse ante él, que
silencioso arroja su sombra y abrigo como agradeciendo la presencia de quienes cada
año se congregan bajo sus hojas dando inicio a un ceremonial que se fue dando naturalmente.
La finalidad lo justifica plenamente dice Sergio, entregar regalos a niños de las escuelas rurales y lejanas de Tirúa y ver sus alegres rostros, lo vale de todas maneras.
La finalidad lo justifica plenamente dice Sergio, entregar regalos a niños de las escuelas rurales y lejanas de Tirúa y ver sus alegres rostros, lo vale de todas maneras.
Regalos y gestos cariñosos que él y un grupo de familiares y amigos, se han propuesto
entregar como una forma de vida que no
quieren dejar. Ellos son denominados “Los
Pascueros de Lebu”, que a través de los años fueron formando un férreo lazo de amor y
amistad que traspasan como testimonio a sus semejantes
de esas lejanas escuelas enclavadas en un pedazo de nuestra Cordillera de Nahuelbuta.
En sus inicios Sergio Faundez,
profesor de Lebu en el año 1962 -todo un actor de cine con admiradoras- comenzó a desarrollar esta
acción motivado por la pobreza que vio a su alrededor, mientras ejercía su
profesión en un sector rural de la comuna de Lebu. Calaron hondo en su corazón aquellas
caritas tristes en navidad.
Al principio fue como deseo de
entregar felicidad a un grupo de alumnos de Pehuen. Luego poco a poco y año a
año su familia se comprometió haciéndola parte de su vida, la que ha
continuado a través del tiempo.
Por esos años un profesor amigo y ex alumno de
Sergio, Joel Vásquez fue trasladado a
Tirúa y éste le contó sobre las condiciones de los niños de su escuela. Desde
ese entonces y para felicidad de los
niños del sector, esta acción motivada por un noble sentimiento, se ha
mantenido hasta hoy -2018-
Muchas cosas han pasado en estos 56 años, don
Sergio, no quiere claudicar, pero sí está preparando el terreno y busca a
su sucesor para tranquilidad de su
corazón. Antes de esta búsqueda tenía un sucesor seguro, pero los misterios de
la vida dicen otra cosa. Cada vez que se acuerda lágrimas de dolor corren por
sus mejillas. Él no quiere aceptar su abrupta partida, sin embargo dice... “qué le vamos a hacer... así es la vida y...
hay que aceptarlo”.
Boris Schulz Faúndez era el nieto que tomaría el báculo. Piloto fallecido en accidente aéreo en Tirúa y que aún es tremendamente impactante. Fue noticia nacional que dejó una huella imborrable en sus familiares y amigos. Un joven de sonrisa generosa y apasionado de su misión, cualquiera fuese ésta. Era de aquellos que hacen falta en la tierra.
Boris Schulz Faúndez era el nieto que tomaría el báculo. Piloto fallecido en accidente aéreo en Tirúa y que aún es tremendamente impactante. Fue noticia nacional que dejó una huella imborrable en sus familiares y amigos. Un joven de sonrisa generosa y apasionado de su misión, cualquiera fuese ésta. Era de aquellos que hacen falta en la tierra.
El Viejito Pascuero, metido en traje
nórdico y ansioso por salir a refrescarse,
en la cascada cercana que acompaña con su cantar a quienes la visitan, entregó feliz
enormes elefantes de peluche el sábado 06 de Enero. Con ello, los “Pascueros”, deleitaron a niños, padres, apoderados y
amigos con juguetes, menesteres varios y vestimentas a elección a las madres
abnegadas.
Los niños ansiosos esperan desde que comienza un nuevo año porque saben que “Los Pascueros de Lebu” aparecerán cueste lo que cueste.
Su creador es un hombre que siente
colmado su corazón de alegría cuando ve la sonrisa de los niños de hoy y recuerda la de aquellos que quedaron en el
pasado y que hoy son abuelos contando felices sus recuerdos.
Sergio
Faundez Rebolledo, junto a su numerosa y gran familia, su hija Angélica
(enfermera), su nieta Marcela(profesora), Hector Matamala (profesor y cantante), sus sobrinos Feisal Bezama(doctor), Rolando Matus(escritor),su cuñada Miriam Farran (profesora) y los amigos
que se le han unido, comparten el mismo sentimiento.
Como se aprecia, este grupo está conformado
por variadas profesiones y oficios doctor, enfermera, profesores, técnicos, escritores,
gendarme, comerciantes, todos apoyan gustosos esta hermosa y desinteresada obra
que alegra aquellos corazones lejanos de la comuna de Tirúa en la Cordillera de
Nahuelbuta de la famosa provincia de
Arauco - Chile.
Patricia Carrillo Matamala
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