Quien podría decir que allí
existe Magia?, … pero así es ,me explico
:…
“En un pueblito llamado Los Álamos,
una hermosa niña, a quien le gustaba la
naturaleza y especialmente el campo, se sentía muy afortunada porque su Padre tenia un campo
al que regularmente iba. Un día ella ve que su padre se prepara para salir al campo, el perro saltaba y movía
su cola porque se acercaba la hora de salir a disfrutar de la libertad. Con
todo eso, ella se inquieta cada vez mas así es que, insiste en acompañarlo. Su padre le dice con
su infinita ternura: “Pídale
permiso a la Madre “…
corriendo y con ansias, la niña va donde su madre, quien apaciblemente tejía en su sillón favorito. A su
madre le causó extrañeza que la niña quisiera hacer ese viaje, ya que a ella no
le gustaba el campo, y entonces le decía : ¿…A qué vas a ir al campo… ? …la
niña con sus ojos llorosos por la
ansiedad, esperaba la respuesta de su madre, quien a regañadientes le dijo : “Bueno,
anda ve con tu padre, pero con cuidado…”. Entonces con saltos de alegría la niña pasaba a la otra etapa…que era
conseguir un caballo. Y cómo lo hacía…? cruzando la calle hacia donde Don Manuel, un amable vecino, de
esos viejitos bonachones, quien también veía con ternura a ésta niña que
luchaba por conseguir su objetivo, que era emprender la aventura de ir al campo
con su Padre, cual Sancho al lado de Don Quijote en busca de aventuras…
Cuando
ya todo estaba listo, partían ambos con silenciosa complicidad, camino abajo hacia
el campo por aquellos senderos caprichosos, era todo una aventura, los árboles,
el canto de los pajaritos, el polvo del camino, el olor de los caballos, todo
era grandioso.
Al cabo de un rato llegaban a su campo, por el
cual pasaba un río que al pasar, envolvía todo con su música al besar las
piedras y por las orillas los sauces se
doblegaban a sus pies… era grandioso.
Todo
bien, todo soñado, el corazón regocijado
de tanta maravilla, y así pasaban las horas, hasta que de pronto, la niña comienza a sentir hambre… luego…mucha hambre y cuando recapacita, se da
cuenta que con la emoción, no pidió, ni
siquiera pensó que debía llevar
algo para comer, entonces le dice a su padre: … “Papi… tengo hambre…mucha
hambre… hace mucho rato…ya no doy más¡” .
Su Padre como de costumbre, la
mira y se sonríe con aquella infinita
dulzura y sabiduría que lo caracterizaba… y en pocas palabras, mete su mano en un bolso
que llevaba en un costado y saca un jarrito, una cuchara y una bolsita pequeña,
la niña lo mira con curiosidad y el padre le dice… “vamos” dirigiéndose unos pasos mas allá, a un cristalino chorrillo de agua de
vertiente, entonces llena el jarrito… abre la bolsita, y era .nada menos
que Harina Tostada.
Una
simple agua con harina tostada, quedó grababa en su mente y corazón, pues la
niña atesoró para siempre el recuerdo de aquel día, que junto a su Padre, bebió
una “Mágica Agua con Harina Tostada”,
que él sacó de su Saco Mágico.-
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