Fue imposible abstraerse a la tentación de salir a recorrer el bosque en busca del tradicional fruto endémico de Chile y que las familias acostumbran a realizar en esta fecha a pesar de estar en cuarentena y a pesar de la pandemia que nos trae prisioneros desde hace dos periodos, pero eso no fue obstáculo para disfrutar de las exquisiteces que nuestro campo nos ofrece y nos otorga, especialmente para esta fecha, en Semana Santa.
Es una tradición de los sureños en Chile. Una costumbre arraigada desde hace muchos años, pero, tambien, hay a quienes no les gusta que la gente prefiera darse este paseo campestre antes de acudir a los actos religiosos, sin embargo, esto se puede tomar como un acto en gratitud a las maravillas creadas en favor de una enorme multitud, que aprecia y se sirve de los productos naturales, que ademas, les lleva el sustento a sus humildes hogares.
Personalmente nunca he realizado esta costumbre campesina, sin embargo, esta vez no pude evitar recorrer y saborear esta maravilla de Dios… sólo que esta vez, fue en el patio de mi casa, donde también tomé algunas manzanas, de tamaño normal como otras enanas que están de chuparse los dedos.
Sres., les aconsejo que tengan, aunque sea en un pequeño rincón de vuestro patio…esta hermosa matita de mutilla, que es una maravilla… y, si tienes 2… mejor todavía.
Ah, lo que es mejor aún, es que es chilena
