LA CUEVA DE LOS PINCHEIRAS

En… la ruta de los “Matus ”

La cueva de los Pincheiras impresiona por su forma, altura y extensión. Cuando se habla de una cueva, uno se la imagina como tal, un verdadero refugio para guarecerse, el escondite perfecto para protegerse de los malos o… de los buenos, eso depende de quien se esconde.

Patricio y Diego Matus

Su majestuoso porte se condice con la forma de la cueva, pues se trata de un lugar abierto, al frente existe un bosque con añosos árboles, de frondosa vegetación, y toda su hojarasca dan la sensación de la pared de enfrente. En un extremo, la caída de agua, formando una suave cascada.  Decían personas que turisteaban junto a nosotros, que en el tiempo de los Pincheira, época de la colonia, el torrente habría sido a lo ancho, es decir por toda la extensión de la montaña, o picacho que,  vista desde el camino, es enorme. No sabría decir, que tan larga es, pero son unos cuantos metros, tal vez 1000. Y desde abajo se ve las paredes como si las hubieran picado, con ribetes negros y plomos.

Patricio Matus en cascada cueva de Los Pincheira

Es un lugar abierto y que por delante pasa un riachuelo producto de la caída de la vertiente o saltito, que si fuese verdad lo que se dice respecto de la extensión, habría sido como el salto del laja.

Diego y Patricio Matus Carrillo

Nos dirigimos allí, junto a unos colegas de Rolando Matus (CONAF), desde Concepción a un paseo campestre llegando al valle “Las Trancas”, nevadas aún, unas cascadas enfrente, ríos y riachuelos, recorrimos por los caminos pedregosos, lugares rodeados de árboles nativos, aún sin hojas y pájaros carpinteros realizando sus obras de carpintería sacudiendo su moño al son del toc toc toc.

Rolando Matus López al centro y sus colegas de CONAF

Por la noche nos dimos el gusto de apostar en contra del crupier, cosa que para mi no fue de lo mejor, a mis tres compañeros Diego Matus, Patricio Matus  y Rolando Matus, les fue bien... pero ..., luego de unos cuantos 17.. 19...20 e incluso 21, comenzó el crupier a recuperar lo que había repartido en su totalidad... salvándose sólo el jefe del grupo –Rolando-… pero… valió de todas maneras, darse el gusto de estar en el CASINO “TERMAS DE CHILLAN”.

Visitando la pagina de la cueva de los Pincheira extraje este segmento para anexarlo como dato ilustrativo, ya que en uno de nuestros paseos, itinerarios o la ruta de los “Matus-Carrillo”, estuvimos en “Las Trancas”, pasando la noche de luna nueva, entre los montes de la cordillera de los Andes...

.. “ En el valle Las Trancas, situado a 67 kilómetros de Chillán, se encuentra la cueva de los Pincheira, una gran caverna que fue declarada patrimonio histórico por haber servido de escenario a singulares sucesos en el 1800.

Por ese entonces, los hermanos Pincheira, Antonio, Santos, Pablo y José Antonio, comandaban un ejército de dos mil hombres que defendía la autoridad del rey de España en América. Esta banda de cuatreros aterrorizaba la zona cordillerana asaltando y raptando mujeres por las que pedían rescate en dinero o hacienda. A caballo y vestidos de negro asolaban los valles vecinos a Chillán e incluso llegaron a cruzar la frontera hacia Argentina y volver a Chile para evadir los ejércitos

De sus legendarias aventuras sólo se mantiene el refugio natural formado por una cueva poco profunda sobre un farallón de basalto rodeado por un tupido bosque nativo y cercano a un salto de agua. En la actualidad, este lugar sirve de improvisado escenario para que un grupo de guías turísticos represente la vida de los Pincheira.

En el año 1832 el general Manuel Bulnes logró acorralarlos y se dice que en el enfrentamiento murió el último jefe, José Antonio Pincheira, junto a 200 bandidos.-

Rolando Matus, Diego Matus y Patricio Matus

                  
Por : Patricia Carrillo Matamala.