Friday, July 17, 2015

Erundina Lopez Cartes

Ya cumplidos 100 años, aún recuerda sus lecciones
De sus anécdotas y aprendizajes siempre recuerda especialmente una  lección  de vida que nunca olvidará, porque hasta este día la cuenta y la recuerda como  si fuera ayer.
            Dice de su padre, al cual admira: … “su fama de hombre justo  era conocida en el pueblo. El salario cancelado a tiempo a sus maestros, lo  catalogaba como tal, así como en los agasajos, la disposición a ayudar y meter las manos al bolsillo para dar un “billetito”… era conocida por quienes le rodeaban.
             Erundina cuenta que en una oportunidad, ella estaba comiendo una fruta y su papá  le pide una “mascada”… ella se negó argumentando que, … “me queda poco”  -le dijo-… él  la mira y sin  decir palabra, se fue a su taller, -la fragua-.
            Al paso de la semana  su padre llega con un almud  de manzanas y reparte  una porción a cada uno de los que estaban allí,  y… cuando llega hasta ella,  le dice… “a usted, no señorita” y tomando el almud se retiró de la cocina.  Ella, llorando se fue a su cuarto y allí se quedó por largo rato –cuenta- Eso para ella, pasó a ser la lección de su vida, porque a partir de ese momento y para el resto de sus días, cada vez que se servía algo, lo  primero… era buscar a su padre y ofrecerle de su manjar. Tan profundamente le llegó esta lección, que en una oportunidad se fue al retrete donde estaba su padre para compartir una pastilla pasándola por la rendija.
            Erundina esta muy orgullosa de su padre, cada vez que se acuerda dice con emoción.
 … “Mi papá nunca peleó con mi mamá, y estaba siempre atento a ella, lo pasaban muy bien… se querían mucho…”   -Indalicio López-  vivió la época, en que la televisión no existía y la radio era un escaso elemento, sin embargo él poseía el admirado  transistor y con ello se las arreglaba para estar al día en la noticia. Sus  amigos,  las autoridades de aquel entonces, como el jefe de correos, registro civil y vecinos acudían muchas veces a su casa a enterarse del acontecer noticioso, porque además se instruía con el periódico semanal y gustaba compartir sus conocimientos, por lo que  se daba el tiempo para realizar  reuniones y ponerlos al tanto de lo que ocurría en el mundo, porque no todo era estar bajo el yugo del trabajo.     
            Sus actividades sociales eran  de mucho hacer y siempre estaban ligadas al pueblo y al municipio.
             Cumplió funciones en bien de la comuna,  en una época dorada, en términos de hacer el bien sin percibir salario alguno, solamente por querer servir al que lo necesitara y acudiera a él con algún problema. Es decir, estaba siempre atento a sus semejantes.
           
De ello queda este testimonio que se muestra y que da prueba de las ceremonias que se realizaban en ese entonces reconociendo así,  las virtuosas acciones de los ciudadanos de este pequeño pueblo de grandes adelantos para la época. 
Ese fue el caso de,  su padre Indalicio López Soto, padre de 7 hijos, de los cuales Erundina López Cartes  -hoy con 100 años- y José  A.López Cartes, siguen entregando alegría  con su  compañía y vivencias tanto a familiares como a sus amigos. 



No comments: