Monday, July 06, 2015

La fragua de Los Alamos

 Taller del Herreria

            Erundina López Cartes, es la protagonista de esta historia. Sí porque ella acostumbra a amenizarnos con diversas historias, ya sea a una once, almuerzo o simplemente compartir una tarde en casa, la que está emplazada, en el punto justo donde existió  la  “Fragua de Los Álamos” .
            Por muchos años funcionó allí una gran fragua, realizando todos los arreglos que se necesitaban en un pueblo netamente campesino, lejano de las grandes ciudades, sin adelantos, pero que fueron sustituidos por ésta fragua  que contaba con todos los elementos necesarios, o  mas aún,  considerando que en  esos años,  habían carretas por doquier, cosa que actualmente se ven esporádicamente y también era fabrica de cocinas, estufas, herraduras y todo tipo de herramientas, de las cuales aún quedan algunas, a pesar del desmantelamiento sufrido.
            Erundina, -Tía Eru-, cada vez que se acuerda, nos cuenta parte de sus hitorias y en una de ellas nos dice que en una  oportunidad había una reunión de camaradería en la parroquia y,  “que por ahí, una señora le habría dicho al grupo el siguiente comentario: …” ¿Saben dónde se come bien?…en la casa de don “Licho”,  que era como le decían a don Indalicio López S, padre de Erundina, dueño de la  gran “Fragua  de Los Álamos” y padre de 7 hijos, uno de los cuales  José Antonio,-Tío Chelo” siguió los pasos de su padre, profesionalmente claro,  y se graduó de ingeniero Quimico y metalúrgico en la Universidad de Concepción,  Isidoro -tío Lolo- que trabajó muchos años con la familia Eyheramendy, hizo lo mismo, solo que, en la Universidad del oficio junto a Juan  que estuvo a cargo  de la fragua después del fallecimiento  de su padre -Indalicio López S-.Su hermano Víctor vivió y trabajo en el mineral de Pilpilco, por lo que poco estuvo en la fragua.
            A Erundina, su padre la mandaba a comprar los fierros y materiales necesarios para la fragua a Concepción. Y hoy, “Tía Eru” comenta extrañada; “…¡Y a mi me mandaba mi papá!… por qué no mandaba al Moisés que era el mayor de todos?… mire que mandarme a mí!..., se extraña cada vez mas, haber sido ella, la encargada de los fierros,en esos años le significaba ir a Concepción durante tres días.    Debe haber sido por esa vena de relacionadora pública, o tal vez por lo chacotera, pues cuenta que los vendedores se peleaban por atenderla, llegaban a tropezar corriendo…y por ahí uno de ellos cayó  una vez…y muy atentos la saludaban con un … “Srta. Erundina cómo está ¡…” -cuenta con mucha gracia.... seria por que llevaba mucha plata para las compras.-
            Bueno y el relato de tía Erundina continua… “Donde se come bien… en la casa de “don Licho”… se pone una panerada de este porte  -señala poniendo su mano  sobre la panera, el doble de su alto- … después, un plato de cazuela,  el  segundo plato de porotos  rebosando con  color y su buena ensalada, y el infaltable ají…y el pebre. Y en la cena…todas las noches asado y el pan calentito recién salido del horno… hecho por  mi mama… eso era de todos los días”… -continúa Erundina, quien dice además-, que ella  molesta por contar intimidades de su casa, le habría llamado la atención a la señora preguntándole :  ¿ Y, cómo sabe usted esas cosas?… y la señora responde … ”la mujer del moro me cuenta”… ella sabe de quien habla.
             “Tía Eru”, dice; ... tenía que ser así, porque los maestros cumplían labores pesadas y debían ser bien alimentados. Mientras que los hombrotes realizaban la dura tareas del machacado del fierro candente, con el combo dándole al fierro rojo.
 
          El "combo" herramienta fundamental demandaba gran esfuerzo, así como también todas los trabajos que realizaban, por eso, las faenas las realizaban hombres fuertes y debian ser bien alimentados -cuenta Erundina- También recuerda que los inicios de la fragua de su padre fue en la esquina de las calles Libertad con Luis Saez Mora (antes calle 14 de julio) quedaba frente a la antigua bodega del ferrocarril  y a mediados de los años cuarenta se traslado al lugar donde ahora vive.
                 Algunos de sus sobrinos Rolando -hijo de Irma su única hermana- y Roberto -hijo de Mirna ,   han vivido toda la vida juntos  y   han cuidado de Erundina con mucho afecto y cariño,
El 21 de junio recién pasado, cumplió los increíbles 100 años.
            La celebración a nivel de familia, se realizará el 18 de julio  de 2015, fecha tradicional que ha sido mantenida  por la familia desde hace años.
            Erundina López Cartes  tiene tantas anécdotas como sus años y para  contarlas necesitaríamos demasiadas hojas.
             Por hoy, compartir uno  de ellos puede ser suficiente.
           

            

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