ARGENTINA …

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Pero hacen 20 años atrás.

Un día como hoy, salí de mi casa rumbo a Argentina, eran tiempos notoriamente marcados por los conceptos que la sociedad abrigaba como lo más correcto y puro respecto de lo que era una pareja unida bajo los sacramentos religiosos y la que era una, “así nomás”.

Existía una brecha moral mucho mayor, la que hoy… prácticamente no existe, no se cual será mejor, aquel tiempo o el actual, eso queda al criterio de cada uno.

Recuerdo por ejemplo, a mi querido hermano Juanito, quien en su auto granate junto a mi madre, nos trasladaron -a Rolando y Patricia- a un pueblo cercano a las 14:oo horas un 29 de junio… desde allí tomaríamos el bus, que mas tarde quedaría averiado por espacio de dos horas, lo que retrasó nuestra llegada a Concepción..

Antes de emprender el viaje hacia Argentina, del cual no habría vuelta atrás, en el sentido que no volvería a ser parte de mi familia, sino que formaría otra junto a Rolando, llegamos a Concepción, estaba oscuro, allí le manifesté mi deseo de; primero pasar a un templo religioso antes de emprender ese viaje. Felizmente, estuvo plenamente de acuerdo y nos dirigimos inmediatamente a uno que queda en calle Lincoyan. No alcanzamos a llegar al oficio religioso completo, por lo que estuvimos muy poco tiempo, pero lo suficiente como para salir de allí, con un sentimiento de paz y tranquilidad en nuestros corazones, ya que, luego de orar por algunos minutos, nos levantamos y escuchamos al sacerdote decir….. “que la Paz… y la Bendición de Dios Padre todo poderoso… sea con Ustedes.”…

Rolando y Patricia
Lago Mendoza

Nos miramos… y silenciosamente dije … “ Gracias Señor…” y sin decir nada salimos de la iglesia, rumbo al Terminal de buses.

Solo nosotros sabíamos lo importante que fueron esos instantes para nuestra larga lucha que terminaba… precisamente con esas palabras.

Por :Patricia Carrillo Matamala.