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Con todo ello, sin duda que marcó una tendencia, agregándole gusto, estilo y color. También fue un icono de la moda.
Michael Jackson, fue y será un aporte al arte, la cultura y la música mundial, ya que sus canciones, presentaciones, video-clips, han sido verdaderas co-producciones, dejando con ello, marcada una etapa en la memoria de sus incondicionales -y los no tantos también- por sus espectaculares presentaciones, de sincronizados movimientos. Se destaca su “caminata lunar”, -como le llaman al paso hacia atrás-, que marcaron a toda una generación, quienes, a partir de la puesta en escena de su creador, era el paso obligado de todo bailarín –o que se precie de tal-.
Era una necesidad, aprender y demostrar a sus amigos, que también lograban copiar sus movimientos y hasta el día de hoy existen las competencias a lo “Jackson”.
La versatilidad, ingenio, creatividad, dedicación, hacen que Michael Jackson, se quede para siempre, en nuestra memoria.
Desde sus 4 años, es decir, toda su vida, estuvo sobre los escenarios, pasando por distintos países del mundo. Sumando a esto su buen gusto, dedicación y respeto por entregar al público en todas sus presentaciones, un show espectacular.
Finalmente, hay que mencionar que era un hombre tímido, solidario y generoso, pues desde niño, compartió su afición y/o “don”, para entretención de la humanidad… pero... lastima que era humano… y como tal, tenía fallas.
Todo lo negativo que se dice de él, con su muerte ha terminado. Solamente hará felices a quienes disfruten de lo que quedó de sus espectáculos.
. Ahora sólo queda ver, a sus imitadores, los que desde luego… no faltan… pero Jackson… hay uno solo.
Patricia Carrillo Matamala
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